Cuando se habla de un país con una amplia diversidad de parques nacionales, es inevitable no pensar en Costa Rica. Este país centroamericano, desde el año 1970, ha desarrollado una red de varios parques nacionales, dejándolos al cuidado y administración de un ente gubernamental conocido como el SINAC.
Esta red de parques nacionales costarricenses está constituida por, al menos, 30 espacios que llegan a extenderse hasta el territorio panameño. En este artículo se presenta información sobre tres parques nacionales de Costa Rica, interesantes por su rica biodiversidad.
La Cangreja
El parque nacional La Cangreja es de reciente creación, al haber sido fundado en el año 2002. Aunque este parque es pequeño, su flora es increíblemente rica y su fauna es diversa. En el mundo, este parque ha conseguido renombre al recibir a millones de aves migratorias año tras año, lo que sumado a las aves locales crea un maravilloso espectáculo.
El nombre de este parque tiene origen en la montaña principal de todo el lugar, que, desde una vista área, parece tener una forma de cangrejo.
Volcán Arenal
Por su parte, el parque nacional del volcán Arenal es uno de los más importantes del país y está ubicado al noreste de la capital, San José. La extensión del parque supera las diez mil hectáreas y es conocido por ser un volcán activo y porque en él hay dos cerros principales. Uno de los cerros tiene el mismo nombre del parque, mientras que el otro es conocido como Cerro Chato.
El Volcán Arenal cuenta con dos atractivos turísticos principales. En primer lugar, sus aguas termales se posicionan como un plan atractivo para cualquier visitante. Y también, el parque nacional cuenta con distintas ubicaciones desde las cuales los usuarios pueden visualizar al volcán cuando hace erupción.
Barbilla
Por último, el parque nacional Barbilla se diferencia de los dos anteriores porque se encuentra ubicado en el Caribe costarricense. Precisamente por su ubicación y su vegetación, es uno de los parques nacionales que cuenta con menos visitas de turistas; pero, aunque parezca contradictorio, esto es lo que permite que se mantenga su diversidad natural, y sea el hogar de animales en peligro de extinción, y muchos más.
Adicionalmente, en el parque Barbilla también se conservan los hogares de varias etnias indígenas de Costa Rica. Se ha recopilado evidencia de que, particularmente, muy cerca de este parque habitan los Nairi-Awari.