Cuando se habla de nuevas tecnologías, especialmente en lo que respecta a la generación de energía limpia, muchas veces se omite mencionar cómo se obtienen los componentes necesarios para fabricar dichos dispositivos. En el caso de paneles solares y circuitos integrados en general, algunos de los componentes fundamentales para su manufactura son las tierras raras.
Se conoce con este nombre a los óxidos de elementos que forman parte de la serie de los lantánidos, como el neodimio, el cerio o el lantano. Con ellos se producen desde imanes hasta las baterías de automóviles eléctricos, por lo que son vitales para la transición energética que está teniendo lugar en estos momentos.
Una explotación poco amigable con el ambiente
El principal inconveniente de estas materias primas es que se deben extraer mediante la explotación minera intensiva, debido a la baja concentración de estos minerales en la corteza terrestre. Factores naturales como la erosión del viento y prácticas industriales que no respetan los estándares de seguridad resultan en que, junto con las tierras raras, se dispersen en el ambiente otros materiales muy contaminantes e incluso radiactivos, como el torio y el uranio.
La responsabilidad del consumidor
Como las tierras raras se encuentran además en los productos electrónicos de consumo masivo, también los compradores pueden adoptar un cambio en pro de preservar el ambiente. Los residuos electrónicos son una de las principales fuentes de contaminación de aguas, por su contenido en metales pesados.
Evitar la compra de productos nuevos, recurriendo en su lugar a adquirir dispositivos usados, es una manera ideal de contribuir con la preservación del entorno natural. Una iMac segunda mano ofrece las mismas prestaciones que una nueva, pero con una huella de carbono mucho menor al alargarse su ciclo de vida. Detrás de la producción de un portátil nuevo se esconde un proceso altamente contaminante.
Un cambio en los métodos de explotación, la promoción del reciclaje y la reutilización de estos materiales preciosos es esencial de cara al futuro. En ese sentido, optar por una iMac de segunda mano puede ser el cambio de conciencia del consumidor que marque una línea de comportamiento para las generaciones futuras.